jueves, 17 de mayo de 2007

El hombre, su razón y su búsqueda

Cuando decidí crear y darle vida a este blog, pensé que iba a ser una tarea fácil, que cualquiera podría hacerla, grande* error el mío. El tener lugar para poder hablar, o mejor dicho, escribir sobre lo que uno quiere, puede llegar a generar un vacío tan o más grande que el mismo Océano Pacífico, eso es lo que hoy me está ocurriendo, tengo uno de los lugares más grandes e infinitos del mundo (Internet) para escribir lo que se me ocurra y no se por dónde empezar, ¡que contrariedad!

Esta situación me hizo recordar a mis épocas de colegio primario y secundario cuando la maestra de plástica o de literatura llegaba y nos decía: “Tema libre, escriban o dibujen lo que quieran”. Momentos como ese ponían a prueba la creatividad de uno… tantos temas para tratar, tan diversos, tan únicos ¿con cuál me quedo?
Recuerdo estar en la Escuela Técnica Superior de París junto con un amigo mío, en aquellas épocas un estudiante de intercambio (más adelante revelaré su identidad) tratando de definir un tema para poder cumplir con la tarea encomendada y los títulos empezaron a salir con demasiada facilidad: “Efectos de la revolución industrial inglesa en la literatura universal”, “Descomposición orgánica de las cucarachas”, y también surgían temas banales, como ser: “Boxer o slip”, “Papas fritas o ensalada rusa”, en fin, la lista es interminable pero por razones sintéticas vamos a terminarla aquí. Así pasamos toda la clase y no pudimos pensar en un tema para desarrollar, finalmente actividades plásticas fue una de las materias que tuve que recuperar en el gélido invierno francés, verano en este país en el que ahora resido.
Al salir de la Escuela lo dejé a mi amigo y emprendí rumbo hacia mi hogar, y me quedé pensando en porqué no pude pensar un tema, un sólo tema para desarrollar en clase ¿acaso tan idiota soy? al seguir caminando y observar que llevaba un zapato de cada color me di cuenta de lo inevitable, era un idiota.

Volviendo al tema que quería abarcar en esta epístola cibernética de hoy, ¿qué hago? ¿sobre qué escribo?. El tiempo pasó y con eso mis años mozos se fueron desvaneciendo, fui adquiriendo experiencia en algunas cosas y me he convertido en un total incompetente para otras, pero la búsqueda, la razón de mi ser se ha mantenido intacta, es una lucha interna, personal, íntima (pero no interactiva) contra todos los flagelos que denigran nuestra condición de humanos racionales, esas cosas a las que nos exponemos diariamente tan materiales, tan vacías, tan inocuas; es triste haber vivido tanto tiempo y ver como los objetos son los que transforman a la gente y no al revés.

Hoy, y a través de este pequeño lugar que tengo asignado en el ciberespacio, quiero reivindicar mi lucha e invitar a todos los que sientan lo mismo a unir fuerzas conmigo y terminar con este flagelo que acosa a la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Ha habido, y, actualmente, hay muchas personas que intentan esta utópica lucha desde muchos lugares, todos distintos ellos en sus actividades y funciones, aquí serán reconocidos de forma periódica para que sepan que su lucha no ha sido, ni es, ni será en vano.


Gracias por su tiempo, son ustedes muy amables

Ing. Jean Chichè
Ing.jean.chiche@gmail.com


*Quiero agradecer al grande técnico de San Lorenzo Ramón Díaz su capacidad total y absoluta para reemplazar adjetivos por sustantivos sin ningún tipo de contemplación.